El Pilates es un método creado por Joseph Hubertus Pilates (1880-1967) a principios del siglo XX. Desarrolló esta disciplina basándose en conocimientos como el yoga, la gimnasia o la traumatología, enlazando fuerza muscular, control mental, respiración y relajación. Le puso el nombre de Contrología.
Ha tenido varias épocas de gloria. La fama de la que goza hoy en día se la debe a grandes figuras del cine de Hollywood que descubrieron sus beneficios instruidas por profesionales que se dedicaban en exclusiva a ellas. La popularización del método llegó unos años después de la mano de los gimnasios e instalaciones deportivas, siendo una de las actividades más demandadas.
A lo largo de este tiempo ha tenido numerosos seguidores pero también muchos detractores debido a que, si no se realizaba con una buena supervisión del profesional, aparecían dolores y patologías derivadas del movimiento sin control.
El método se basa en el desarrollo de la musculatura interna para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral. No es otra cosa que fortalecer lo que parece haberse descubierto ahora, aunque ya lo hizo Pilates a principios del siglo XX, el famoso “Core”. Es por esto un gran método para prevenir y curar el dolor de espalda, ya sea cervical, dorsal o lumbar.
¿A quién no le ha dolido la espalda? Todos somos su público!!!!
El Pilates se basa en seis principios:
En resumen, Trabajar con conciencia del movimiento que se está realizando, control de la fuerza y cantidad del mismo y Contracción del Core. Esta es la clave del éxito.
Los beneficios se producen a muchos niveles:
Y síiiii, el Pilates vuelve a estar de moda!!!. ¿Cómo podía imaginarlo el señor Pilates?
Cada vez más vemos como los medios de comunicación, la publicidad y a las redes sociales hablan de Pilates y más concretamente de Pilates Terapéutico. También aparecen estudios científicos que afirman sus beneficios hablando maravillas de este método que parece haberse descubierto ahora pero….
Pues no, no se ha descubierto ahora, no es otra cosa que utilizar el Pilates tradicional para tonificar y armonizar el cuerpo, previniendo lesiones y ayudando en la superación de dolores en espalda y cuello.
Es necesario la supervisión de un fisioterapeuta especializado en Pilates, que debe estar continuamente vigilando la postura, como se realizan los ejercicios, como se lleva la respiración y si se mantiene el Core en contracción durante la sesión. Teniendo en cuenta esto, podemos entender los problemas que surgían cuando se popularizó el Pilates en grupos de 20 o 25 personas, a las cuales el monitor no podía mirar más de dos minutos por clase, resultando que el usuario salía con más dolor del que entraba.
Cuando hay grupos grandes de Pilates es normal que se provoquen lesiones por falta de control. Es imprescindible trabajar en pequeños grupos.
Además, el terapeuta, tendrá en cuenta las necesidades individuales de los alumnos, ya que no todas las patologías son iguales. No es lo mismo una persona que se esté recuperando de una lesión de espalda que de una cirugía de rodilla o cadera. El Pilates será adaptado a cada persona. De esta manera no habrá contraindicaciones ni dolores provocados por un mal ejercicio o un empeoramiento de lesiones previas.
Tampoco son iguales, y deberá ser tenido igualmente en cuenta, los objetivos de la persona. No realizarán la misma sesión un deportista que pretende mejorar su rendimiento deportivo y que está bien físicamente que otro que quiere iniciarse en el ejercicio porque tiene dolor y es sedentario.
Sólo de esta manera el Pilates Terapéutico puede ofrecer bienestar físico y psicológico.
Authors: Caldwell, Karen1; Adams, Marianne1; Quin, Rebecca1; Harrison, Mandy1; Greeson, Jeffrey2
Source: Journal of Dance & Somatic Practices, Volume 5, Number 2, 1 December 2013, pp. 141-153(13).
Autors:Ana Cruz-Ferreira MA,Jorge Fernandes PhD,Dulce Gomes PhD,Lisa Marie Bernardo PhD,Bruce D. Kirkcaldy PhD,Tiago M. Barbosa PhD & show all
Pages 240-255 |Received 01 Jun 2010, Accepted 01 Feb 2011, Published online: 03 May 2011.